Termina otro día, pienso repentinamente en ti, ¿que estarás haciendo?, ¿donde estarás?, o quizás por una extraña razón fuera de lo común estés pensado en mi.
-Claro como si fuera tan importante
-Lo eres
-Pero no para quien yo quiero serlo
-Probablemente no…
No me engañare otra vez, con burdos pensamientos inventados por una mente necesitada de libertad y comprensión.
Quizás sea el momento de pedir ayuda, pero no es fácil, es un tema complicado, difícil de entender para algunos, pero quizás para ti no, necesito alguien de confianza, ya que por una entupida razón mi: consejera, amiga, compañera, ya no tenemos la misma amistad de antes.
Porque siempre debo pensar en la felicidad de los demás, desde cuando soy una persona así, antes, aunque me cueste admitirlo era una persona superficial, prejuiciosa, guiado por los cánones impuestos por la sociedad insensata.
¿Que me hizo cambiar? Quizás comprendí que la felicidad no solo depende de uno, sino también de la gente que nos rodea.